CERCEDA 4 - CERVERA 4

4-4. Ocho goles, demasiados. Por eso me quedo con las sensaciones.
La primera era que se volvía a repetir la historia de las ocasiones falladas de inicio, e incluso nos superábamos fallando un penalti (el portero le paró al Capi el balón, y de paso, el ánimo, el físico…y todo lo demás).
La segunda, que si jugásemos siempre con el (o en, no lo sé) Cerceda, estaríamos en Champions. Porque fuimos capaces de adelantarnos por dos veces, y el 1-2 del descanso era escaso.
La tercera que, por fin, íbamos a tener algo de suerte (el 1-3 fue en propia puerta).
La cuarta, que nos vamos del partido con facilidad, aunque en este caso, las decisiones arbitrales ayudaron mucho (insultante el fuera de juego del 2-3).
Y llegamos a la sensación que considero mas importante. La de la desidia, el bajar los brazos, las rajadas… que hicieron que pareciésemos una “banda”. Y claro, 3-3 (uno por el otro…) y 4-3.
Menos mal que la impaciencia de Pirri, para empujar un balón del Jugón que ya entraba, nos dio algo de justicia y un puntito, como mal menor.
Y el ahora , el Oza. Dejando claro que nadie vive de esto (ni siquiera Pazos), creo que deberíamos hacer examen de conciencia y tomárnoslo con la máxima seriedad y dar el 110%. Empezando porque las ausencias sean inevitables, hacer un calentamiento “normal” y una vez empezado el partido darlo todo y, si nos ganan, que sea porque no hemos podido, pero que no queden dudas de si lo hemos intentado (que las rajadas sean “positivfas” y no “negativfas” también ayuda). Seguro que así salimos de ahí abajo, y sobre todo, la cerveza del tercer tiempo estará mucho mas rica. Hala, ya lo he dicho!.
No quiero olvidarme de mandarle un fuerte abrazo a Manolo “Polo” en estos momentos tan duros para él. Aunque yo sólo lo conozca de vista, sé que le une una gran amistad con alguno de nosotros. Ánimo compañero.
Aúpa Cervera!